Uno tiene la felicidad enfrente
y al verla de cerca, uno se da cuenta
de que no es mas que un abismo
y nuestras piernas temblorosas
no sabe que encontraran al caer
la felicidad que me ofrecías fue un abismo
sin fronteras, ni contención
lleno del dulce aroma de tu cabello
que me sigue obsesionando con una fuerza
que me aterra cada noche
, cuando el deseo de salir a aullar al tejado
y gritarle a la noche que te devuelva
a mi lado a mi abrazo a mi cama a mi cementerio privado
inunda el páramo fértil dónde de até tantas noches
para poder saborear tu agonía
tal vez no sea amor lo que siento en este momento,
es algo más fuerte, más sutil, más demente
cóseme los párpados si no vas a volver,
no quiero que la luz de otras visiones
altere tu recuerdo en mis pupilas.
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