llueve. a chorros a cantaros a murmuros y rezos. llantos de la agonía. llovía cuando te fuiste y la tierra no ha tenido oportunidad de secarse. entre el llanto y las tormbas. entre las inundaciones y los sacrificios.
el alma es roja, echa un vistazo a la mía. húndete hasta los codos. llénate el cuero de tinta. es roja. quema las pupilas, derrite retinas. evapora mi nostalgia al descubierto.
alguien en mi familia murió de cáncer. después otro. y otro. y así sucesivamente. cuando el miedo a la muerte te impidé vivir ver de frente y sentir el sol, mejor pégate un tiro y dale más espacio al aire para correr sobre el río.
rojo carmín. la tonalidad de tus labios. hay otras cosas después del amor. papel tapiz rojo médula para decorar tus pasillos intransitables.
te recuerdo en lluvia y sequía. en calma y tormenta. en rojo y en negro. en sepia y pixel.
mueren de cáncer en la pantalla. inutilmente intentan vomitar, expulsar con furia al demonio, al riñón hinchado del que brota el veneno, al espectro que se devora a si mismo con colmillos sin punta.
tengo las venas llenas de veneno. los labios cubiertos de azucar. y la piel rellena de miel. los gusanos habrán de acudir a un festín muy variado.
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