martes, 24 de mayo de 2011

Death of the Album


Soy uno de los pocos que sigue comprando discos, y lo seguiré haciendo en cuanto me sea humanamente posible. Aunque reconozco que soy más afecto a escuchar canciones sueltas, en completo desorden a través de playlist en mi Ipod o en iTunes, también confieso que no hay nada que me llene más, musicalmente hablando, que tener un buen disco entre las manos. Jamás sompraré un disco o un canción en formato digital, creo que me sentiría ultrajado. Llámenme anticuado pero pagar por algo que no podrá estar entre mis manos me parece un castillo en el aire.

Los discos tienen un lugar privilegiado entre mis pertenencias. Es de las pocas cosas que trato con un orden excesivo. Los ordeno por orden alfabético, por tipo de presentación (estuche sencillo de plático, caja de cartón, box.set, etc) y a veces por géneros. Re-clasificarlos es uno de mis placeres primarios y una forma infalible para superar cualquier depresión. Algo parecido me pasa con los DVD's y blu-rays, creo que nunca haré una renta en internet, por las mismas razones que nunca haré una compra en iTunes, al menos no de música.

La industria está en crisis es cierto, pero habemos muchos fanáticos del plástico, las buenas portadas y las ediciones especiales (llamese collector's, deluxe o special editions) que nunca renunciaremos a los placeres hedonistas de tener entre nuestras manos maravillas como una edición de algún clásico europeo de The Criterion Collection, algún box-set de Rhino o alguna reedicion en vinil de The Smiths. Mientras unos cuantos miles sigamos fieles a estos principios no todo estará perdido.

2011: Performance at Gramy Awards.


En 2009 apareció Together Through Life, seguido de Christmas In the Heart (sin duda algun su álbum más bizarro compuesto en su totalidad por interpretaciones de canciones navideñas), a la fecha los dos últimos discos de estudio de Dylan. A si mismo en 2008 y 2010 aparecieron dos entregas más de The Bootleg Series. Dylan tiene su propio programa de radio, una montaña de premios, reconocimientos y superlativos rara vez exagerados, una reputación indestructible y una buena parte de su obra aún en las sombras. Y claro, cada vez tiene menos voz, como el video de su actuación en los Grammys 2011 lo atestigua, pero eso no es impedimento para llamarlo en mejor y más importante artista de la música popular de todos los tiempos. (sorry Miles, sorry Hank, sorry Frank). Feliz cumpleaños número 70 a la voz de una generación, al que mejor se ha sabido reinventar, al que mejor ha sobrevivido la prueba del tiempo.

2006: Thunder On The Mountain


Las recopilaciones se sucedieron sin orden alguno, aparecieron tres entregas más de The Bootleg Series, cada una mejor que la anterior. La historia de Dylan se nutría cada vez más. Y en 2006 nuevo material se sumaba al viejo con la misma fuerza e importancia. Modern Times sigue en la misma línea nostálgica de "Love and Theft", con la misma banda y con Dylan asumiendo de nuevo las tareas del productor, bajo el alias de Jack Frost.

2001: Things Have Changed

De nuevo con Lanois como productor Dylan volvió a sorprender en 1997 con Time Out of Mind, por el cual incluso recibió un par de Grammys. Un año después sería publicado el sorprendente 4° volumen de The Bootleg Series, del legendario concierto de la gira inglesa de 1966 en Mancheste, en el Free Trade Hall para ser exactos. La leyenda parecía consumada.
Dos años más tarde un reconocimiento se sumaría a la lista: el Oscar por Mejor Canción Oiriginal por su aportación al soundtrack de Wonder Boys, el tema Things Have Changed.
En el 2001, y con la símbolica fecha de Septiembre 11, Dylan lanzó el mejor álbum de los últimos 30 años, no sólo dentro de su trayectoria sino de la música en general: "Love and theft" donde repasa practicamente todo los géneros de la música popular de los últimos 100 años y dónde regresa el surreal sentido del humor que caracterizo su mejor trabajo cuatro décadas antes.

1996: Knockin' On Heaven's Door (MTV Unplugged)


La primera mitad de los 90's estuvo marcada por The 30th anniversary concert, donde Dylan fue homenajeado por una larga lista de ilustres seguidores y/o colaboradores (Neil Young, George Harrison, Robert McGuinn, Lou Reed, Crissie Hynde, et al) y la aparición de dos relativamente nuevos discos, compuestos por interpretaciones acústicas y en solitario de viejos temas de folk y blues. Si bien en su momento no fueron bien recibidos, serían un antecedente directo de The American Series de Johnny Cash y de la larga lista de intentos de artistas grabando oldies en actitud nostálgica. Además, claro, en 1995 participó en la serie Unplugged de MTV, en una actuación eficiente, aunque poco inspirada.

1991:- Series Of Dreams


Después de tocar fondo con Knocked Out Loaded y Down in the Groove, Dylan volvió a las viejas glorias de la mano del productor Daniel Lanois con oh Mercy, cuyo proceso de grabación está largamente descrito en Chornicles: Vol. 1. En 1991 la leyenda seguiría gestandose con la aparición de los tres primeros volúmenes de The Bootleg Series, compuestos de material no publicado previamente: outtakes, versiones en vivo, demos. Todo en un intento por superar las grabaciones "piratas" que circulaban del trabajo de Dylan desde finales de los 60's.

1986: Knockin' on Heaven's Door (c/ Stevie Nicks y Tom Petty ~ Feb 11th, Australia)


Los 80's fueron una década difícil para Dylan, quien simplemente parecía no hallar un sonido propio que se adaptará por igual a la época, sin perder su característico tono. Infidels es un gran disco (y las outtakes de su realización son todavía mejores) y Empire Burlesque tiene sus momentos, pero nada al nivel de trabajos anteriores. Pero su reputación seguía intacta, otros músicos morían por colaborar con él (Mark Knopfler, Tom Petty, et al) y no dejaba de dar conciertos.

1981: Heart Of Mine


Tras el fracaso definitivo de su matrimonio, Dylan decidió convertirse al cristianismo, lo cual se reflejó de inmediato en su música. Slow Train Coming, Saved y Shot of Love están concentrados por completo en el tema, y aunque algo dispares aún dan muestra de su capacidad lírica y musical.

1976: Baby Let Me Follow You Down (Live with The Band, The Last Waltz)


Después de una gira gigantesca con The Band, Dylan recuperó el respecto y admiración de sus fans y los críticos por igual, con Blood on the Tracks, su matrimonio comenzó a colapsarse, salió de gira de nuevo con The Rolling Thunder Revue, participó en el concierto de despedida de The Band (capturado en la película The Last Waltz de Scorsese) y volvió a ser aclamado con Desire. El rey estaba de vuelta en su trono...

1971: Blowing in the wind (Concert for Bangladesh)


Tras una frenética gira y una racha de éxito comercial y de crítica de poco más de 3 años, Dylan sufrió un accidente en motocicleta, por lo cual se recluyó en Woodstock por un par de meses. Grabó un montón de canciones con The Band, sorprendió, de nuevo, al público con el sonido country de John Wesley Harding, renunció a las presentaciones en vivo, grabó Nashville skyline en el lugar más conservador de la industria musical (la ciudad que da título al disco) y provoco la ira de los críticos con el álbum doble Selfportrait, repleto de covers y canciones a medio acabar. Dylan intentaba quitarse de encima el título de Voz de una generación. En 1971 Dylan regresó a las actuaciones en directo brevemente, para colaborar en el proyecto en apoyo a Bangladesh organizado por su amigo George Harrison.

1966: Like a Rolling Stone (Live, Manchester Free Trade Hall)


Cinco años después Dylan, tal vez harto del estancamiento de la escena folk, demasiado preocupada en conservar su "pureza" como para evolucionar- había decidido electrificar sus composiciones, y en 1966 salió de gira con The Hawks, en una serie de conciertos por Inglaterra que causaría la ira de los fans, que en pleno concierto le gritaban "Judas". Claro que eso sólo elevó la fama de Dylan a la estratosfera, lo cual generó un efecto domino que aceleró los cambios en la escena musical. A partir de entonces todo estaba permitido, no había reglas que no pudieran romperse.

1961: Ramblin' Round (Rare Minnesota Hotel Tape)


En 1961 Dylan -por entonces aún llamado Robert Zimmerman- llegó a Nueva York, dejándolo todo atrás en pos de un carrera musical. Este periodo está más que detallado en Chronicles: Vol. 1. Influenciado enormemente por Woody Guthrie, el joven de Duluth comenzó a buscar fortuna interpretando tradicionales temas de música folk, como era la usanza por la época. Faltaba poco para que comenzara a escribir su propio material (primera innovación), para que abandonara los temas sociales (segunda innovación) y para que electrificara su sonido (tercera innovación, ¿o deberíamos decir revolución?).

Dylan a través de los Lustros


Hoy el artista más influyente, original, importante, genial, único, polémico, complejo, analizado, etc; de la música del siglo XX -y de lo que va de este- cumple 70 años. Como siempre cualquier pretexto es bueno para revistar su obra. Pero hacerlo de forma aleatoria sería aún más gratuito por lo cual escogeremos alguna muestra de su trabajo con lapsos de cinco años, presenciando los múltiples y radicales de cambios de una carrera agitada y convulsa.


lunes, 23 de mayo de 2011

Nightlands: Covers



Nighlands
[Secretly Canadian, 2001]
4.5

Dave Hartley es el bajista de la muy buena banda War on Drugs. Nightlands es un proyecto alterno, bajo cuyo nombre ha lanzado el single Covers, bautizado así al estar compuesto por dos covers: Trouble del miembro de Fleetwood Mac Lindsay Buckingham, y Big Louise del legendario Scott Walker.

Después de escucharlo, la verdad me quedo con los originales. Por más que Buckingham me parezca detestable (por dios, es más recordado por el tema de National Lampoon's Vacation que por sus breves chispazos de genialidad con Fleetwood Mac) la versión original de 1981 tiene muchas más cualidades que este insípido y dreamy remake. Y bueno... Big Louise es uno de los tantos clásicos de Walker, cuya obra a recibido pocos covers debido a que hay que tener cierto arrojo para intentar reinventar algo tan intimamente ligado a una de las voces más únicas de la historia de la música. Este cover le arrebata el aspecto conmovedor que define al original.

Covers regulares, arriesgados (al menos el segundo los es) pero que sólo sirven de pretexto para revisitar pasados clásicos.


viernes, 20 de mayo de 2011

The Pitchfork 500: 005: 1-1 de Brian Eno


Brian Eno
[Eno]
disponible en Ambient 1: Music for Airports [EG Records, 1978]
,
El ambient es un género musical con un cometido muy claro: perderse en el background, integrarse al ambiente, de ahí deriva su nombre. Es el tipo de música que se escucha en un museo, sobre todo cuando lo expuesto intenta ser vanguardista. Lo que lo separa de la música de elevador, claro, es que debe tener cierta complejidad en sus estructura, y cierta ambición en su razón de ser. No toda la mierda que escuchamos sin notarla es ambient.

A Brian Eno le corresponde el honor, al menos dentro de la historia oficial, de ser el padre del ambient, entre otros tantos géneros. Y es que su carrera es sumamente ilustre, y podríamos dedicar la mayor parte de esta reseña a presumirla y pasar por alto los 16 y tantos minutos que dura este tema... y eso haremos.

Eno comenzó a principios de los 70's como miembro fundador de Roxy Music, pero, gracias a la guerra de egos que libró con Bryan Ferry, sólo logró grabar dos Lp's con la banda (sin lugar a duda los mejores) Roxy Music (1972) y For Your Pleasure (1973). A través de Roxy Music, Eno logró influir en el género en boga por aquel momento, el glam, y aliarse en el futuro con el profeta del género David Bowie, a.k.a. Ziggy Stardust a. k. a. The Thin White Duke. Ya como solista publicó una serie de discos que culminarían en 1975 con Another Green World, en donde mezclaría (de la misma forma que lo haría con The Berlin Trilogy de Bowie en años posteriores) sus inquietudes mas rockers con sus ánimos por expandir su ambiciones ambient. Aunque ese disco sólo es el punto medio, dado que de inmediato se concentraría en el lado ambient con Discreet Music [1975] compuesto en su mayoría por variaciones del Canon de Pacheibel.

Como productor su curriculum es aún más impresionante: Low, "Heroes" y Lodger de Bowie, el début de Devo, Are We Not Men? We Are Devo, los tres LP's fundamentales de Talking Heads, More Songs About Buildings and Food, Fear of Music y Remain in Light y claro, hum, un montón de bodrios super vendidos que incluyen más de la mitad de la carrera de U2...no todo pueden ser logros monumentales.

Como sea, entre tanto coqueteo con la fama, tanta influencia entre los colegas y tanto adjetivo lanzado a la ligera, Eno experimentó en serio con las posibilidades del género que había acabado de sacarse de la manga, lanzando dos discos en 1978 de material relacionado, siendo el más logrado (bueno, siempre es difícil calificar al ambient considerando su propio propósito de pasar desapercibido) el primero Ambient 1: Music for airports, del cual se desprende este tema: 16 minutos de un loop de piano aparentemente estático el cual, sin embargo, fluye a través de un sin fin de variaciones que requieren toda la atención del oyente para ser apreciadas. Pero esto claro, mataría la intención del artista. Simplemente hay que darle play y dejar que la música se confunda con los muros, los aromas y la temperatura, dejar que se disuelva en el ambiente.

Ver También: Brian Eno: Another Green World, David Bowie: A New Career In a New Town

The Pitchfork 500: 004: Trans-Europe Express de Kraftwerk


Kraftwerk
(Hutter, Schult)
disponible en Trans-Europe Express [Kling Klang, 1977]

Tal vez estos cuatro german geeks no tenían idea de que sus experimentos electrónicos terminarían dando a paso a tal número de géneros dispares. Y es que el hecho de que Afrika Bambataa haya sampleado el synth theme de esta canción para su revolucionario Planet Rock, nos da un idea de la importancia histórica de esta canción, del álbum que la incluye y de la obra en general del cuarteto germano.

Kraftwerk comenzcó en la línea del krautrock, a principios de la década, junto a Can, Faust y Neu! (entre otros), pero poco tiempo más tarde, con Autobahn [1974] (el cual fue un inesperado éxito en las listas) decidieron irse más por el lado del ambient y la electrónica, dando forma a un estilo cerebral, mecánico, maquinizado, post-modernista. Aún así, y eso es lo que hace de su obra universal y ligada permanentemente al rock, conservando un toque humano, un anhelo nostálgico que combinaba dos eras a través de la comunión de tecnología y espíritu.

Este tema es el ejemplo claro. Intenta emular un viaje por tren. con el sonido ascendente de los sintetizadores, y las repetitivas e insistentes percusiones electrónicas que harían que fuera una socorrida pero improbable selección en los club europeos, y que de hecho son la parte más importante del legado kraftwerkiano.

el tema también está ligado muy de cerca a una época, se menciona a Iggy Pop y a Bowie, quien por aquel entonces grababan en Berlín, dándole un toque de decadencia, aunque algo cerebral y distante.

el tema se entiende mejor, y les recomiendo que así lo escuchen, como la primera parte de la suite del lado B, del LP del cual toma su nombre.

Ver También: Kraftwerk: The Model, Gary Numan: Cars

lunes, 16 de mayo de 2011

The Pitchfork 500: 003: Street Hassle de Lou Reed

Lou Reed
(lou Reed)
appears on Street Hassle (Arista, 1978)

En 1978 Lou Reed llevaba a cuestas un década convulsa. Tras las glorias underground de The Velvet Underground y el retiro por la decepción de la falta de éxito comercial del grupo, vino el renacimiento de la mano de David Bowie, quien produjo su comeback album: Transformer (1972). Después de eso vinieron varias transformaciones (el título del disco lo advertía con claridad): la sombría narrativa de Berlin (1973), el asalto en directo de Rock 'n' Roll Animal (1975), las atrevidas disonancias noise de Metal Machine Music (1975) y la nostalgia pastel de Coney Island Baby (1976). Las críticas eran dispares, el éxito comercial iba y venía, la leyenda se fortalecía con cada tema, con cada extravagancia, con cada exceso. Como sea hacían falta un par de violas para regresar a Reed a los altares.

Street Hassle es una suite, en la misma vena de A Day in the Life o Scenes from an Italian Restaurant. Reed lo concibió como un monólogo acompañado por un arreglo minimalista: el recurrente riff de las violas, que parece girar sobre su propio eje; las delicadas y precisas intervenciones de la guitarra, los coros que aparecen en el momento indicado. Ahhh, y un participación no acreditada de Bruce Springsteen. El resultado es una muestra de rock art en la mejor acepción del término. Y es que si bien los instrumentos y la duración no podrían estar más alejados de la estética pop de las canciones de 3 y 1/2 minutos, la actitud, entre desafiante y melancólica, encaja perfectamente en la corriente post-punk. Es por eso que Reed es la influencia más directa de la década anterior para la new wave, la no wave y en resumen todas las tendencias de las décadas siguientes.

La canción también funciona a un nivel narrativo. La primera sección "Waltzing Matilda" narra el hecho de una mujer que contrata los servicios de un prostituto, abriendo paso a "Street Hassle" donde la mujer yace muerta en el apartamento de un dealer. Entonces Springsteen hace su aparición, en la colaboración más bizarra -pero afortunada- de la historia del rock, parafraseando su propia Born to Run: "tramps like us, we were born to pay". Al final, titulado Slipaway, Reed se lamenta, literalmente, de la pena que la ausencia de su amante le provoca.

Una canción difícil, que más bien deberíamos llamar experiencia. Exige dedicación y paciencia, pero después de casi 11 minutos, la espera ha valido la pena. Y claro, además funciona como un oscuro y crudo, pero poético, homenaje a la ciudad natal de artista: New York.

The Pitchfork 500: 002: "The Passenger" de Iggy Pop


Iggy Pop
(Rick Gardiner, Iggy Pop)
appears on Lust for Life (Virgin, 1977)

Aquí comienzan los problemas...

1977 fue un buen año para Iggy Pop. David Bowie lo rescató de un olvido prematuro y le produjo dos discos, los mejores de su carrera y de los cuales cualquier tema podría ser incluido en esta lista. Primero fue The Idiot (1977), un disco oscuro de sonido industrial que tiene el negro mérito de haber sido el disco que Ian Curtis escuchó antes de suicidarse, y después Lust for Life (1977) del que se desprende este tema. China Girl, Nightclubbing, Sister Midnight, y de manera obvia Lust for Life, cualquiera de estos temas hubiese encajado aquí. Claro que The Passenger tiene ese riff increíble de Rick Gardiner, atemporal pero a la vez cimentado en la más clásica tradición, y aunque es sumamente accesible (de hecho hace tiempo lo usaron en una campaña de VH1) no lo es de una forma tan obvia como Lust for Life, que, si la lista la hubiera hecho Rolling Stone por ejemplo, seguramente estaría en este sitio.

Como ya dije se trata de un clásico que mira siempre al futuro. Con sus imágenes de autos y ciudades vistas desde los placeres inciertos de la noche nos remite a Chuck Berry y el Chicago de los 50's, pero la fría y distante interpretación vocal de Pop no nos deja olvidar que estamos en Berlín a mediados del 77 en un coche de lujo, con una buena dosis de coca en la guantera, mientras la base rítmica -bajo de Tony Sales, batería de Hunt Sales- provee de motor y combustible al viaje nocturno.

Una buena canción para recorrer bares y olvidarlo todo al día siguiente.

The Pitchfork 500: 001: "Heroes" de David Bowie


David Bowie
"Heroes"
(David Bowie, Brian Eno)
appears on "Heroes" (Au20, 1977)

Y comenzamos...

En 1977 un David Bowie cansado y paranoico, aquejado por un bloqueo creativo y una desbordada adicción a la cocaína, decidió auto-exiliarse en Berlín para, de la mano de un puñado de amigos de nombres ilustres (Brian Eno, Robert Fripp, Iggy Pop, Tony Visconti) trabajar en algunos discos que terminarían por pasar a la historia. Los dos primeros títulos de este colectivo no oficial que aparecieron bajo su nombre fueron Low (1977) y "Heroes" (del mismo año) del cual se desprende este tema. Si bien la selección de este tema resulta obvia, dada su importancia histórica y el hecho de que a pesar de ser innovadora en todo sentido la canción resulta accesible, es cierto que uno puede debatir si Sound and Vision (del mucho más aclamado Low) debió abrir la lista en su lugar. Después de todo esa canción ocupa incluso cronológicamente un sitio más predominante al haber aparecido en Enero del 77.

Como sea lo que "Heroes" tiene de ventaja sobre Sound and Vision es el peso emotivo. Es una canción importante, pesada, en el mejor de los sentidos. Con el trasfondo de un solido muro de sonido conformado por los experimentos quiasi-noise de sintetizador cortesía de Brian Eno y el feedback monstruoso (en el buen sentido) de la guitarra de Robert Fripp, Bowie entrega la que es sin duda su mejor interpretación a lo largo de su difícil y desigual trayectoria. De la inspiración que dio vida a la letra -concebida a posteriori de la base musical- se ha especulado demasiado. La imagen de dos amantes que se encuentran frente al muro de Berlín es sin duda una poderosa imagen romántica que hace que el último verso cobre, de la mano de la intensidad operística de la interpretación vocal, una fuerza que deja el escucha devastado.

Esto es sin duda una de las cumbres del pop. Accesible, sin ser pegajosa, conmovedora sin necesidad de caer en lugares comunes, sencilla sin ser simplona, directa sin perder un ápice de sutilidad. Sin duda alguna una manera insuperable de iniciar un conteo.

Deconstructing the Pitchfork 500

Hace unos cuantos años Pitchfork publicó -para variar, de forma impresa- una lista seleccionando aquellas 500 canciones que mejor representan los cambios (uno quisiera pensar, positivos) en las tendencias musicales de los últimos treinta y tantos años: The Pitchfork 500: Our Guide to the Greatest Songs from Punk to Present. Partiendo del año 77, algo así como el Año Cero: el año del nacimiento del punk, del ambient, de la música disco, la lista viaja, o mejor dicho divaga entre un sin fin de grupos, solistas, colectivos y mc's, intentando escribir algo así como una historia alternativa de la música contemporánea. Como siempre las opiniones pueden diferir (de hecho esa es la razón de que analicemos minuciosamente este libro), pero se agradece que el staff del prestigiado y siempre polémico sitio de crítica musical nos acerque a un buen número de artistas que resultan oscuros incluso para los iniciados. las sorpresas se amotinan: uno se encuentra quien menos esperaba y se queda esperando a que aparezcan los sospechosos habituales. Muchos se preguntaran ¿y The Police? ¿y Queen? ¿y Pearl Jam? ¿y Def Leppard? ¿y Coldplay? bueno es hora de decirlo con franqueza: no son tan buenos como todo mundo dice. En cambio es refrescante toparse con sorpresas agradables, grupo o solistas de cuya existencia no tenías idea y que te dejan preguntándote como has podido pasar tanto tiempo sin haberlos conocido.

Así que nos dispondremos en los próximos meses a primero escuchar y después a juzgar la lista entera, soltando a la ligera adjetivos y opiniones, declarando posibles decisiones alternativas y, como siempre, divagando acerca de todos los temas posibles.

domingo, 15 de mayo de 2011

Lust for Life


Llevo poco menos de una década obsesionado con el sexo. No me malentiendan: el que me obsesione no signifique que lo practique con regularidad alarmante. Si hubiera hecho todo lo que dicen que he hecho mi biografía sería mucho más interesante. Aún así estoy convencido que el sexo mueve al mundo. Con su intrincada red de intercambios, con su capacidad para lograr que hombres y mujeres olviden lo aprendido en pos de la satisfacción. Es en el sexo en donde mejor aplica eso de que "el hombres es el único animal que tropieza varias veces con la misma pierda". Es el sexo el origen de la tragedia, la hoguera de todos los vicios, el eje de la pasión. Freudianos, lacanianos, existencialistas y cualquier pendejo puede entenderlo. Lo que pasa allá abajo siempre termina por afectar lo que sucede aquí arriba. Es la entrepierna que toma el poder del cuerpo entero, como el culo parlante de The Naked Lunch de Burroughs. Todo empieza con una excreción lubricante, prácticamente imperceptible, y termina en tragedias de dimensiones griegas dantescas y balzacquianas.

Regreso poco después de las cuatro, a esa hora que como Sabina dice son ambiguas al "mezclar al borracho y al madrugador". Más cercano a esta última categoría me siento ante el ordenador a escupir unas cuantas especulaciones. Lo único que pude recordar con claridad, de esta noche neón y música plástica, son un par de piernas. Siempre me han obsesionado las piernas. Es lo primero que mi mirada busca cuando una mujer se acerca. Por eso mi libido ama la primavera, me valen madre las explicaciones del apareamiento y la biología: me gusta la primavera porque las mujeres enseñan las piernas. Es básico brutal y simple.

Recuerdo esas piernas con una claridad que me abruma. Mi mente viaja chocando como una mosca contra los cristales. Por un lado el origen de la imagen, por otro lado el posible destino de la misma. Fantaseo, sufro en ansiosa lujuria, arruino mi noche al mismo tiempo que la extiendo. It's the lust for life. Por algo en inglés lust significa lo mismo lujuria que ambición. El calor de ese par que sólo alcanzo a imaginar me vuelve ambicioso. Sería capaz de cruzar media ciudad corriendo o arrastrándome sobre mis manos, capaz de beber botellas enteras de cognac o inhalar medio kilo de coca. Busco en el diccionario, "fantasizing bout one's desire, usually in a sexual way", that's lust. La sola descripción dispara un impulso nervioso que recorre mi espalda y me incendia las manos.

Uno habla usualmente de lo que mejor conoce. También de lo que más disfruta. Conozco y disfruto el sexo porque está más cerca del fuego que del agua, del desorden que del equilibrio, de lo primitivo que de lo civilizado, de lo espontáneo que de lo planeado. El sexo se pudre cuando se planea, se muere cuando se calendariza, se consume cuando se legaliza. el sexo se practica, no se debe practicar, no hay-que-practicarlo; no es necesario, como las mejores cosas de la vida. el sexo no crea, destruye, es un fuerza violenta, desgastante. Desordena almas y vidas, es sucio y extremo, siempre. Es una invasión, la más intensa de las mentiras. Te deja sin aliento, sin fuerza, cercano a la muerte. Es el suicidio más lento, el más placentero.

Todo lo que provocan unas piernas. Llevo ya veinte minutos soltando frases sueltas, incoherentes e indiscretas, sobre un tema del que se habla siempre demasiado, nunca lo suficiente. El exceso es el punto. Quemar las naves, dejar caer el equipaje sin la velocidad nos resta. Dejarlo todo atrás y ser cautivos voluntarios del fuego. Y estar siempre consciente de que todo es un juego, que somos alternadamente peones, torres, reyes y reínas. Que a veces somos indestructibles, amos todopoderosos y otras objetos que usan y desechan con premura. La prisa, mal necesario.

Es el eterno intercambio. Ella sabe lo que tiene, atrapa miradas, goza con la imagen de las flamas que levanta a cada paso. Y nosotros le ofrecemos nuestra estupidez babeante. nuestra urgencia delirante. Huimos y atacamos. Avanzamo un paso y retrocedemos dos. Nos mordemos los puños hasta que sangramos y entonces volvemos a ser humanos. Y buscamos su mirada con furia y súplica paralelas. Y ella nos evade con la frialdad que equilibra la puesta en escena. Mueve sus piernas con la sutilidad de un otoño congelado en ámbar y resina. Cada milímetro que su pierna derecha recorre sobre su pierna izquierda es un abismo, y gustosos caemos, tocamos fondo y nos elevamos de nievo. Es la fuerza de la imaginación apuntalada por la esperanza, En esto todo sentimiento termina involucrado.

Tal vez la próxima, nos autoconsolamos. Sabemos que en la ciudad en el país en el mundo hay más piernas que ese par cubierto de piel morena, que casi todas son lo mismo, que al final todas se sienten igual alrededor de nuestro cuerpo y que no hay nada de que preocuparse. Estúpidos. Es una noche perdida. La batalla no se ha librado y el puente y se ha quemado. Recurrimos entonces a todo tipo de pretextos y satisfechos vislumbramos las posibilidades de la próxima semana, conscientes de la posible derrota repetida. Todo siempre fuera de tiempo: demasiado tarde, demasiado pronto.

Pero, que nos sirva como solaz momentáneo y verbal: como dijo Woody Allen "el sexo es algo sucio... sólo si se hace bien". Amén.


sábado, 14 de mayo de 2011

feeding nicotina

a veces casi siempre todo el tiempo tengo ganas de hacer nada
literal y cruelmente (dos puntos) nada
n-a-d-a
y entonces me traiciona la puta voluntad
y me descubro a mi mismo preguntándome
¿que carajos demonios y putas es la nada?

entonces divago entre antónimos malviajados
y cruces de retaguardia y dejo
que el posible significado
de las palabras imposibles
se pierdan entre la niebla y los destapacorchos

que cubren con su metálico empuje
los muros completos de mi habitación/
nado entre estelas de tela purpura
y me aferro a los moretones
de esa suave pared blanca donde
estampo mi cráneo cada que la desesperación me atrapa

y no son pocas las veces]

un cigarro es un vago sustituto
un clitoris que sabe a incertidumbre
y que se erecta al tocarse con la flama
que ni es dull ni es del deseo/
ni tus ojos son limpios lagos de pureza
ni eres la puta más barata y mentirosa

la verdad, decían los griegos otomanos y fenicios,
siempre está en el punto medio.


Imagen Aleatoria


Where have all the rude boys gone???

viernes, 13 de mayo de 2011

Varsovia/Warsaw

Entonces ella corrió a su encuentro. Desde el gótico altar vigilado por dos perros congelados en granito, a través de las pipas del órgano y del resplandor de las velas, pudo reconocer su aliento. el choque directo con la nostalgia hizo estragos en su piel. de pronto ya no era la joven de rollizas mejillas y senos turgentes, ahora era un espectro de cuyos delgados huesos colgaban trozos de piel asemejando una tela gastada, con manchas de humedad y rasgaduras que dejaban entrever las vísceras de arena.

La música seguía, desde Varsovia y sus catacumbas, anunciando que todo seguía igual. Que él aún estaba lejos, escondido en su caverna, masticando carne cruda y escupiendo en el espejo del lago congelado. Tratando de recordar su voz: es un reflejo involuntario. Ahora habla otras lenguas, el frío rocío de la mañana le entrega las noticias necesarias y todo oración encuentra eco en sus oídos.

Ella ronda por la iglesia. Se confunde a veces con el aullar de los perros. Se pierde en el vaho de los cristales. Es el oxido enmarcando las ventanas. Mastica vidrio y lo escupe al cielo, esperando en vano que él interprete el brillo de millones de pedazos fulgurantes, confundidos con estrellas. Él camina siempre con la cabeza gacha, preocupado sólo por seguir el rastro de sus propias huellas.

No volverán a verse.

lunes, 9 de mayo de 2011

Ashes to Ashes

Y abrías tus dos pechos descubriéndome el resguardo de tu seno, y flotaba por breves estancias en la cálida agua de tu misericordia, entre nenúfares regados por el rocío de sangre de las ciegas víctimas de tu voluptuosidad . Pero este refugio nunca tardaba en convertirse en el hocico del dragón y miel no era ya más que una delgada capa de ceniza negra y mis huesos resecos, chocando unos con otros, no eran otra cosa que una sonaja de lata con la que divertías a la criatura caprichosa y cruel que dormitaba en tu vientre, deleitada siempre por el eco de la muerte. Era cada vez más débiles mis gritos: frágiles restos de furia atorados entre tus costillas.