Los 80's fueron una década difícil para Dylan, quien simplemente parecía no hallar un sonido propio que se adaptará por igual a la época, sin perder su característico tono. Infidels es un gran disco (y las outtakes de su realización son todavía mejores) y Empire Burlesque tiene sus momentos, pero nada al nivel de trabajos anteriores. Pero su reputación seguía intacta, otros músicos morían por colaborar con él (Mark Knopfler, Tom Petty, et al) y no dejaba de dar conciertos.
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