sábado, 26 de febrero de 2011

Inútiles Predicciones: Cisne Negro


Al igual que su protagonista, físicamente hablando, Black Swann es una obra frágil, siempre al borde de caer en lo ridículo. Su intensidad en el último acto es excesiva. La forma vertiginosa en la que se muestra el deterioro mental/emocional de Nina [Natalie Portman] sucede tan a prisa que roza lo inverosímil. Pero, al igual que la obra más conocida de su director, Requiem por un sueño [2000] la película busca el efecto inmediato. No debemos pensárnoslo tanto, o terminaremos dándonos cuenta que hemos sido manipulados de una manera poco elegante.
La historia es poco original. Una bailarina atormentada que debe descubrir su “lado oscuro” para ser capaz de interpretar la dualidad de personajes en una puesta en escena de El Lago de los Cisnes. Nina vive con su madre, y las mejores escenas del filme suceden dentro de los confines claustrofóbicos de su apartamento. Su relación es visiblemente enfermiza. Una madre que vive sus sueños a través de su hija. Es por eso quizás que reacciona de manera más efusiva ante la obtención del papel, es por eso que vigila de manera implacable sus hábitos y disciplina.
Así comienza en proceso de cambio. Nina deberá librarse del yugo materno para alcanzar las cotas de erotismo y arrojo que su papel requiere. En el proceso, claro, perderá la cordura, aunque, y esto es una de las fortalezas de la cinta, jamás podremos estar seguro de lo que ella observa/vive realmente o lo que sólo imagina.
Cisne Negro es una proeza de la dirección. Y en ese sentido esperaría que Aronofsky se llevara el oscar este próximo fin de semana. A diferencia de Red Social, cuyo genio reside en un guión sólido, en este caso todo recae en un director que es capaz de hacer de la interpretación de Portman un tour de force. Así mismo logra brindarnos una experiencia que nos perturba al tiempo que nos emociona. Se toma el tiempo para poner en escena una intrincada cadena de suceso que estallar en la última media hora.
Si la academia siente el impulso de darle honor a quien honor merece Aronofsky y Portman se irán a casa con una estatuilla cada uno… pero, hablamos de la misma academia que premío a Crash, hace unos pocos años. The horror…

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