domingo, 13 de febrero de 2011

10 Películas Para No Sentirse Tan Cursi el 14 de Febrero


Porque hay más cosas en la vida que vampiros y hombres-lobo...

Llega el día de San Valentín y shalala todo mundo quiere/necesita ser cursi, empalagoso, comercial, poco original... Es un cliché tras otro. Y al igual que es cliché regalar un peluche, dedicar una canción de Enrique Iglesias, ir al cine después del trabajo o ir al cinco letras después de la cena (bueno, éste último es el mejor de los clichés), también lo es amargarse la vida viendo a los acompañados, a las parejas comiéndose a lenguetazos en los cines, o gritándole a los cuatro vientos que la fecha no nos importa cuando, seamos realista, es difícil escapar de ella, tan complicado de evadir como navidad o el día de las madres.

Así que mejor hemos decidido recomendarles 10 películas para esta complicada fecha, 10 cintas que eviten la cursilería sin ignorar el hecho de que, como en la escena final de Annie Hall nos recuerda Woody Allen el amor resulta necesario con todos y cada uno de los males que arrastra consigo. Así que ya sea acompañado de la chica que te has querido tirar desde hace meses, del novio que no sabes como cortar desde enero o de algún amigo/a que como tú se sienta perturbado/a por tanta falsa muestra de afecto en
las calles, corre a rentar o descarga de manera ilegal alguna de las siguientes muestras del romance (mesurado) en celuloide.


Annie Hall [Dir. Woody Allen. 1977 EUA]

El prototipo de toda comedia romántica moderna, donde los personajes se enfrentan no a un obstáculo específico sino a la naturaleza inestable de las relaciones y sobre todo a su propia inseguridad. Devastadora en el sentido en que, como en la mayoría de las relaciones, no es un suceso relevante lo que aniquila las mismas, sino una serie de aparentemente minúsculos eventos desafortunados; esperanza
dora en el sentido en que si, se sufre, pero terminaremos sufriendo por cualquier otra cosa. y el amor puede ser entonces la más dulce condena. Esencial.

Breve Encuentro [Brief Encounter. Dir. David Lean. 1945 RU]

Oh dios, cuantas imitaciones ha generado esta película. Cuando la vean sentirán que la han visto ya un par de veces y de hecho lo habrán hecho de una u otra manera. Cada vez que en un tren, en un barco o en donde sea dos desconocidos se enamoran a la velocidad de la luz, sólo para recordar en la escena siguiente que están casados y tienen hijos en casa. estén enfrentándose a un remake o variación de está película: Claro, hablamos de 1945 y el ritmo puede parecer algo lento para los estándares actuales. No hay una lluvia de canciones atiborrando el soundtrack, ni escenas sugerentes, pero bueno, a veces es bueno ir a la fuente de la que viene toda el agua turbia que bebemos.

El Eterno Resplandor de Una Mente Sin Recuerdos [Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Dir. Michael Gondry. 2004]

¿Si tuvieras la oportunidad de borrar todo recuerdo relacionado con tu ex lo harías? Es obvio que parece un buen camino para aliviar el dolor de una ruptura, pero ¿qué hay de los buenos recuerdos? ¿Acaso no somos los que recordamos? ¿No pierde sentido el presente si borramos el pasado? Ok, quizás podías haber vivido cien años sin hacerte estas preguntas, pero al verlas en acción (por decirlo de algún modo) en la pantalla tu perspectiva respecto al amor habrá cambiado. Tocando temas clásicos (los opuestos se atraen, el dolor/coraje de ver que tu ex ha rehecho su vida mucho más pronto que tú, la nostalgia, el miedo al rechazo) la historia nos lleva por el camino difícil, confiando en nuestra capacidad de raciocinio, respetando nuestra inteligencia , y esto se agradece. Refrescante en un género tan repetitivo. y con uno de los finales menos forzados y más sencillamente emotivos, hablamos de una de las mejores películas de lo que va del siglo.

Hable con Ella [Dir. Pedro Almodóvar. España 2002]

¿Dónde empieza el amor y comienza la obsesión? Se nos repite tanto y con tantas variantes esa frase de Nietzche: "lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal" que a veces es difícil decir. El amor devoto y unilateral de un enfermero por la mujer en coma que cuida día y noche puede equivaler al tipo que manda 50 sms al día o que escribe diario en su muro de facebook, o siendo más radicales, al que rapta al objeto de su deseo... Como Hitchcok, Almodovár nos manipula a su antojo, nos hace sentir simpatía y comprensión por un personaje que en otras circunstancias nos aterraría. Quizás porque cuando de amor se trata siempre se puede perder la razón y caer en el exceso, quizás porque de eso se trate de un estado alterado de la conciencia, un delirio extenso.

Luces de la Ciudad [City Lights. Dir. Charles Chaplin. EUA 1931]

Si quieres comprobar si alguien es inhumano o insensible lo sabrás si no termina conmovido y sollozante tras ver esta obra maestra de Chaplin.

Manhattan [Dir. Woody Allen. 1979 EUA]

Mucho más cerebral que Annie Hall en cuanto a personajes y relaciones se trata, mucho más romántica en el sentido en el que Allen aprovecha para declarar, demostrar y ensalzar su amor por un ente mucho más grande: su ciudad, Manhattan. Echando mano de música de George Gershwin y de una excelente fotografía de Gordon Willis (El Padrino, Zelig) Allen ubica su tragicomedia romántica en los escenarios más representativos de la ciudad, de Central Park al Met.
En lo que a historia se refiere narra las desaventuras de un escritor cómico neoyorquino, que para resumirlo en una frase no sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido (¿a quién no le ha pasado?) y que, de nuevo, deja ir una relación perfecta por su inseguridad sobre-intelectualizada. La secuencia final no ha podido ser arruinada por infinidad de malas imitaciones, sigue siendo fantástico ver a Allen y su pésima condición física corriendo por las calles de Manhattan para evitar que el amor de su vida viaje a Londrés.

Paradas Continuas [Dir. Gustavo Loza. 2009 México]

No todo puede ser grandes nombres y angustia existencial. ¿qué tal una película que nos recuerde que el romance y todo lo que conlleva (sobre todo en la juventud) puede ser muy divertido? En el fondo todo puede reducirse a la eterna cuestión: ¿cómo conseguir amor y sexo (no necesariamente en ese orden)? Puede sonar poco romántico pero acaso no es cierto, como dicen las Ultrásonicas, que "el alma se entrega a través del cuerpo".

Perdidos en Tokio [Lost in Translation. Dir. Sofia Coppola. 2003 EUA]

La magia de los detalles. No hay sexo, no hay arrebatos de ningún tipo, no hay montajes de gente sonriendo y tomándose de las manos, no hay gritos ni mujeres llorando y comiendo helado. Es lento, un proceso complicado, calmo. Hay miradas, sonrisas, conversaciones inteligentes. ¿Será ésta la única película que trata con serenidad y madurez el tema del amor? ¿ Es un fútil intento por cerebralizarlo? Ambas preguntas pueden responderse con un si, o ignorarse y concentrarse en su lugar con la gélida sensualidad de Scarlett Johanson y el melancólico y sutil método de seducción de Bill Murray. ¿Y qué otra comedia romántica incluye en la banda sonora Just Like Honey de The Jesus and Mary Chain?

Secreto en la Montaña [Brokeback Mountain. Dir. Ang Lee. 2005 EUA]


La maldición de esta película es que por muchos años todavía será reducida a "esa película de los vaqueros gays"... Pero es mucho, mucho más que eso. Basada en un puñado de actuaciones ejemplares narra la historia de un amor prohibido a través de los años, con una intensidad latente que sabe cuando estallar, en las escenas indicadas. La sutilidad y sofisticación con la que se narra una historia que hubiese podido caer en el escándalo fácil y el melodrama barato. hace aún más conmovedora una conclusión que parece susurrarnos al oído que a veces lo único que necesitamos realmente es atrevernos a dar un paso más allá.
Y pensar que esa bastardización del estilo Altman que es Crash ganó el Oscar a mejor película... Basura!

El Último Tango en Paris [The Last Tango in Paris. Dir. Bernardo Bertoloucci. 1972, EUA, Francía, Italia]

¿Qué hacer para curar el mar de amores? Coger. simple respuesta. Coger como animales, como desesperadas criaturas salvajes. Con la libertad que sólo el anonimato proporciona. Y si eres el mejor actor del mundo y derrochas testosterona con cada gesto, mucho mejor. Mucho más interesante que su choteada actuación en El Padrino (no es su culpa: demasiadas imitaciones) es esta la actuación de Brando que demuestra de lo que era capaz.

1 comentario:

  1. Pues de acuerdo con tus recomendaciones de cine romántico. Sobretodo porque se trata de películas inteligentes que retratan al amor como lo que es, y no como la cursileria barata que nos quiere vender el consumismo del 14 de Febrero. Me alegra que he visto varias de las que mencionas, aunque me falta la de El último tango en París, Hable con ella y Breve encuentro... No pensé que te hubiera gustado la de Paradas Continuas pero supongo que te identificaste...

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