martes, 4 de mayo de 2010

(...)

Veniste a enseñarme lo mejor y lo peor de mí,
No conocía muchas de mis capacidades tu las desarrollaste,
Soy la ignorancia ante tu sabiduría, como he de quererte más de lo que ya te quiero,
Tus ojos llenos de luz y ternura, tu sonrisa que me mueve hacia nuevos caminos,
No detengas tus sueños porque a treves de ellos estoy reviviendo.

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