martes, 5 de octubre de 2010

Nostalgias rezagadas (I)

Y llegas a casa con una docena de Jack Daniel's encima. Y te echas sobre la cama, y prendes el televisor, y presionas mute, y de los audifonos del IPod sale la voz de la Pastori haciendo que el dolor que traes de meses atrás en el pecho se aligere hasta el punto de comenzar a flotar como una nube que primero es negra, después gris y que al final de la jornada, más o menos a las seís de la mañana, será una ligero velo azul que irá de un lado a otro de la habitación flotando al ras del techo.

Esa voz te trae recuerdos. Esa voz te traslada a un lugar en el que nunca has estado, y al que, sin embargo, sientes que pertenece todo tu cuerpo, todo el vacío de tu pecho, tus premoniciones y deseos, tus remebranzas y recuerdos. Ese sitio está allí, al final del pasillo, pero estás ciego y un poquito ebrio y te quedas sobre la cama, mirando la nube cada vez más cerca de tu frente, cada vez más suave, más carnal, mas endeble.

Y esa voz gitana y trashumante te sigue en tu recorrido por la nada debajo de tu cama. Pasas por aquí y por allá, y la penumbra se disipa mientras tus manos acarician con ternura la piel que tu memoria se ha inventado. Sabes bien que ella no es como la recuerdas, sabes perfectamente que no ganaría un certamen de belleza, que sus carnes no son firmes y que su mirada es escueta, pero te intriga escuchar de nuevo su voz y descubrir si el comer tres veces al día ha hecho etragos en sus ya de por si maltrecha figura.

Te preguntas, no sin preocupación, rabia y ternura, si vomita más o menos que antes; si su cabello tiene aún las puntas abiertas o si su lunar, como un insecto que intenta devorar su nariz, sigue quieto en mitad de los ojos, esperando paciente a que un invasor se acerque para ahuyentarlo con lo grotesco de su apariencia.

El lunar después de todo es tu complice. Es que el que habrá de combatir a los posibles invasores, el que resguardara el endeble castillo de la pureza. ¿Irá ella supliando por amor como antes? ¿Porqué si es tan fácil como has concluido te ha costado mas de un mes darle un beso francés y revolotear tu lengau dentro de su boca? ¿Porqué a ti no te ha dicho que vivía en el edificio de allá, allí donde está el número seís [6]? ¿Porqué no ha intentado besarte en el mismo momento que te ha conocido? ¿Porque? Tal vez sea una virgen que juega a ser puta cuando el calor de su entrepierna la nubla la vista, o tal vez una puta que juega a ser virgen cuando el fajar con cualquiera le ha asqueado y quiere sentir por primera vez lo que se siente ser tocada con amor, con dulzura y destreza.

Ah, tal vez no sea nadie. Tal vez haya sido un espejismo, que ahora es doloroso porque ha durado muy poco, o quizás demasiado.

Escucha otra vez Burbujas de Amor, la versión de Niña Pastori, por supuesto, deja de pensar y quedate dormido Rubén, que te hace falta.

(Esto lo escribi hace casi un año. Lo triste es que muy poco ha cambiado. Sigo sumergido en el mismo charco de mierda.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario