viernes, 26 de agosto de 2011

Canciones desgastadas y otras desgracias.



Uno de mis grandes temores, como melómano confeso y descarado, es llegar a ese momento donde la sed musical se calma escuchando un y otra vez la misma música. Lo he visto, lo he vivido de cerca. Vivo rodeado de gente que conoce un nuevo grupo/solista/compositor cada dos años. Gente que se aferra a sus descubrimientos musicales como a un salvavidas amarillo. Personas que una vez que han encontrado a su grupo no escuchan otra cosa, porque el resto debe ser basura. Nunca lo sabrán, porque rara vez escucharán algo nuevo. Esto es casi tan malo como el fenómeno opuesto, aquel en el que las personas van cambiando de preferencias musicales tal como las tendencias, provenientes de los peores sitios -tv, radio-, se los indican. En ambos casos se pierde mucho, uno se niega a si mismo la posibilidad de conocer multitud de grupos, canciones y discos que están ahí, esperando en todos los confines por oídos ansiosos.

Ambas actitudes son parte de algo mucho más complejo: la forma de ver al mundo, la manera de apreciar el tiempo. Los obsesivos por lo nuevo, los que siguen la moda religiosamente, los que no miran al pasado porque el presente es lo único que importa, los que harán cualquier cosa por pertenecer al ahora, al en-este-momento. No tienen gustos propios, no tiene, opiniones verdaderas, seguirán la corriente, aceptarán cualquier cosa mientras se pueda llamar nueva. Consumirán los mimos una y otra vez, sin estar conscientes del eterno reciclaje.

Sus contrarios viven anclados al pasado. Los mismos adictos a la nostalgia que consideran que cualquier cosa pasada fue mejor, por el simple hecho de que eran más jóvenes. Son los que logran que grupos y artistas que no debieron existir en su momento, resuciten de sus tumbas de inmundicia. Gracias a ellos los reencuentros mancillan son su rancia desesperación el panorama musical, de por si anémico y pobre, cada año.

Todo es lucro, tan fácil como eso. Unos apuntarán a los adolescentes desesperados por encajar, por tener modelos plásticos que seguir; otros a los nostálgicos enfermos del presente, que añoran los horribles estilos de los 80's y 70's porque por más ridículos que fueran los peinados, por ejemplo, aún tenían cabello que peinar...

Y la música sufre de sus delirios y urgencias. Las canciones se repiten ad nauseum, pasando de ser el soundtrack de una generación al recurso fácil de spots y campañas publicitarias. Los recuerdos se enturbian, se diluyen, se adulteran. Al final nostálgicos y tendenciosos caen en la misma trampas, convencidos de que lo escuchan es lo mejor, por la ridícula tautología de "esto es lo nuevo" y "esto es lo clásico". Ambos lucros son igual de perjudiciales para la justa apreciación de la música. Ni todo pasado fue mejor, y el presente sólo es inevitable.

Después de este preámbulo bastante preachy aquí va una selección de canciones que, para mi muy personal gusto, ya están más que desgastadas por la excesiva repetición, por la sobre exposición en medios masivos y porque algunos simplemente se niegan a aceptar que ya no es 1991. Canciones que en su momento fueron buenas, o al menos aceptables, pero que ahora han pasado a ser meros accesorios, pretextos para hacer el ridículo cantando a gritos en un bar o pobres reemplazos de sentimientos y emociones reales.

01. "Smells Like Teen Spirit" Nirvana.


Buena canción, irresistible. El riff que todo puberto con erecciones involuntarias y acné quiere aprender en cuanto tiene en sus manos una guitarra. Y no es difícil hacerlo. Pero... después de escucharla cientos de veces, en bares, antros, fiestas, bautizos, bodas, misas negras, orgias y demás ágapes y convites ya ha perdido sentido. Lejos de ser una canción de rebelión y angustia adolescente a pasado a ser el pretexto perfecto para que ñoños y geeks se sientan peligrosos y complicados por unos 4 minutos.

02. "Hotel California" Eagles.


Bob Dylan dijo alguna vez que as canciones de Eagles son buenas, "pero predecibles, siempre sabes que va a seguir." Sin duda alguna Eagles marcó época, para bien o para mal (yo me inclinó por afirmar lo último), pero su música estaba sobre-producida, nada parece espontáneo, cada segundo parece salido de un instructivo que unos tipos bien intencionados siguen para ambientar las fiestas de reunión de cuarentones obesos que recuerdan sus años de la prepa, cuando aún podían ver sus penes. Pero, carajo, la canción es buena, aunque miles de ingenuos se tomen la letra en serio, aunque cientos de desempleados intente buscar referencias satánicas y aunque no haya mp3 pirata de "Éxitos de Siempre" que no la incluya. Resumamos todo en la inmortal linea de The Big Lebowski "I hate the Eagles, man!"

03. "Yesterday" The Beatles.


El mundo se divide en dos: los que creen que Yesterday es una profunda muestra de la maestría de Paul McCartney (el único del grupo involucrado en su creación, por si no sabían, novatos) y una profunda reflexión de la agonía del amor perdido, y la gente que tiene sentimientos e ideas propias (y reales). Yo no la considero ni siquiera una buena canción. La letra y la melodía sin simplistas, no simples, ni sofisticadas. Y después de miles (literalmente) de versiones y de que prácticamente todo mundo se sepa la letras pues... es como la tipa que ha salido con todos en tu grupo de amigos: sirve para pasar el rato, pero no debes tomártela en serio y si lo haces, eres peor de lo que creías.

04. "Blowin' in the Wind" Bob Dylan.


Santa madre de dios... Esta suena hasta en la misa. Con una letra a años luz de la original, la siempre innovadora iglesia católica mexicana la adopto como un bonito himno que niños y adultos pueden entonar con entusiasmo cada domingo. Una razón más para volverse ateo...

05. "Sweet Child o'Mine" Guns n' Roses.


Otra canción que una basura que la nostalgia elevo a los altares (simbolicamente, no como la anterior, en cuyo caso fue literal). Ok, la primera vez el riff es asombroso, pero después de los 3 minutos llegas a la conclusión de que las canciones no pueden basarse solamente en riffs poca madre. La letra es romántica... en un nivel cartita de amor de secundaria, y como que los últimos minutos salen sobrando. Ya sabemos que Slash toca(ba) bien la guitarra, pero ¿tenía que echárnoslo en cara de una forma tan tediosa? Claro que fingir que te gusta la canción -lo cual es deporte nacional, creo yo- te puede traer beneficios, como ligar con pseudo rockeras de tatuaje en el pecho y piercing en el clítoris. Se los digo por experiencia.

06. "Creep" Radiohead.


Hay dos tipos de personas en el mundo: las que se dicen fans de Radiohead y sólo han escuchado esta canción y los que han escuchado más de 20 canciones en su vida. De nuevo, un buen riff, una ejecución competente de todos los miembros del grupo, pero... la letra es ya un cliché de la ya (afortunadamente) desaparecida era grunge. Si, si, sufres mucho lo sabemos, nadie te entiende, nadie te comprende, por eso no miras a nadie a los ojos y no has tenido sexo en diez años, ¿pero por eso debemos soportar que vivas encerrado en los 90's, usando playeras con la cara de Cobain impresa y coreando "i'm a creep, I'm a weirdo". Nah, basura.

07. "We Are the Champions" Queen.


Oh dios. ¿Por dónde empezar? Hasta en torneos de fútbol de séptima división suena esta canción mientras se "corona" al equipo campeón. Creo que todo ser humano tiene derecho a sentir el dulce sabor del triunfo, aunque sea en un campo de fútbol llanero, pero ¿tenían que arruinar una canción como esta? ¿No podrían usar una canción de Pitbull que fuera más acorde con su presupuesto, su nivel social y su cultura? No arruinen nuestra música sólo porque alguien más arruinó sus vidas, no tenemos la culpa de que hayan nacido en Ciudad Neza...

08. "Y Nos Dieron las 10" Joaquín Sabina.


-¿Eres fan de Sabina?
-Si.
-¿De sus canciones, cuál es tu favorita?
-Ésta de "Y nos dieron las diez".
-Ah, entonces no has escuchado otra...

El alcohol no sólo arruina vidas, también arruina canciones. Esas canciones que nos encanta gritar mientras bebemos por despecho coraje o simple aburrimiento, son las que terminan más desgastadas. Y si un mariachi se sabe de memoria una canción es el peor de los augurios. Decenas de supuestos seguidores de Sabina cantan esta canción en karaokes, cuando la botella de tequila va a menos de la mitad y la vergüenza y el pudor van a parar a sitios muy oscuros. Y que el propio Sabina la haya interpretado a dueto con Roció Dúrcal termina por marcarlo como el momento más ignominioso de su repertorio.

9. "Imagine" John Lennon.


Sin duda alguna la mejor de las canciones de esta lista... por eso es el caso más triste. Resulta interesante especular como hubiera reaccionado el propio Lennon al ver su canción usada para todos los fines posibles, como los actos benéficos donde los famosos parecen decir "vean, somos ricos, hermosos y mejores que ustedes... pero a veces recordamos que existen". Su mensaje es, o intenta ser, inmortal, atemporal, universal. Pero después de cuatrocientas mil reproduciones y una número cercano de versiones todo suena a cliché. Si, claro, paz, amor, buenas intenciones. Vestir de blanco y fumar mota no va a cambiar al mundo. Mejor escuchemos Revolution o Gimme Some Truth.

10. __________________ (insertar el nombre de tu canción favorita).

Seguramente tu canción favorita es producto de una decisión poco creativa y original. Seguramente será el éxito que todos tararean camino al trabajo, la canción de la que todo mundo está harto, pero que no pueden evitar escuchar. O algún oldie que en determinado punto será usado para un comercial de detergente, refresco o seguros de vida. Si, tu canción favorita seguramente es una mierda y seguramente la has escuchado tanto que está más gastada que los chistes y/o frases que usas en cada fiesta.


jueves, 25 de agosto de 2011

i wish/i was

this thing is called cruelty
this thing is called hope

this thing is called jealosy
this thing is called love

this thing is a dream you can't never declare

james baldwin was black homosexual and proud
and i wish i was black, and i wish i was gay and i wish i was proud
of everything/anything in my life

but i'm in the middle, in the middle of nowhere
no black, no white; no gay, no straight; no proud, no ashamed.

i'm morbid and pale, like that smiths' song claim.

i'm thin and i'm cruel and i'm bored to death
i'll be starving to death in a month
if i'm not able to find love

in you, in the books, in the ass of a boy or in the hips of a girl,

this thing is called fear, this thing is called caution
this thing is called rage, this thing is called death.

miércoles, 24 de agosto de 2011

St. Vincent: "Actor Out of Work"




St. Vincent
"Actor Out of Work"
[4AD, 2009]

You're a supplement, you're a salve
You're a bandage, pull it off
I can quit you cut it out
You're a patient, iron lung

You're a cast signed broken arm
You're an actor out of work
You're a liar and that's the truth
You're an extra, lost in the scene

You're a boxer in the ring
With brass knuckles underneath
You're the curses through my teeth
You're the laughter, you're the obscene

You're a supplement, you're a salve
You're a bandage, pull it off
I think I love you, I think I'm mad

You're a cast signed broken arm
You're an actor out of work
I think I love you, I think I'm mad

You're a boxer in the ring
With brass knuckles underneath
I think I love you, I think I'm mad

viernes, 5 de agosto de 2011

cosas que necesito (o que creo deber necesitar)

una de esas esposas-de-polìtico
que no le importe con quien coja
mientras ella sea la que sale en las fotos;

una cortinas rojas
que nunca hagan juego con la alfombra;

una alfombra gris, de esas
sobre las que las familias-felices se sientan a lucirse
delante de un fotógrafo imaginario;

la discografía completa de john coltrane;

una caja de condones que protejan
contra la esperanza la ilusión
el amor la locura las ladillas y el tiempo;

una manzana repleta de gusanos
que produzcn un grito de mujer
cuando el corazón quede expuesto;

una trompeta y la boca negra de miles davis;

dos camisas de fuerza, de esas
que los locos usan en el cine,
y un par de brazos extra.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Huracán

Entonces Bob Dylan dejó de sonar en la radio. Esteban seguía convencido de que su voz era como una blasfemia, como un insulto escuchado de frente, como un gargajo cargado de furia que aterriza como un proyectil en mitad de la frente. Se sentía profundamente lacerado después de cada canción, como si un lobo le hubiera arrancado un pedazo de carne y su hueso expuesto, más amarillo que blanco, de dejara entrever que todo era un juego: macabro, absurdo. tan divertido como uno lo quisiera.

Entonces llegó ella. Con esa estupida sonrisa que le contraía todo el vientre. Con la misma dulzura funesta que èl nunca esperaba. Ni quería. Ni necesitaba. Llegaba ella dispuesta a darselo todo, como un vendedor que en la noche llama a la puerta para ofrecer algo que nadie ha pedido. Nunca.

Esteban escondió la botella bajo el sofá y prendío el televisor. Alguien hablaba sobre el decimo quinto fin del mundo. Alguien alardeaba de lo poco precisos que son los profetas malditos.

Ella se sentó con su pose de señorita. Perfecta esposa de político. Esteban recordo entonces tantas cosas, que las venas dentro de su cràneo se enredaron aún más, dando paso a una jaqueca terrible.

Recordó que su nombre, el de ella, se repetía con sadismo en Trópico de Cáncer y en Pasto Verde, provocando la misma pasión frustrante que ella, tan real y tan falsa, le provocaba en ese mismo momento. Y antes. Y siempre.

Cuando a su mente aterrizo de pronto aquello de que "ella el huracán destrozando la playa" se pregunto que parte del fenòmeno le había tocado vivir a su lado: la tensa calma antes de que las olas choquen con furia contra las rocas o el frenesí de las rachas de viento azotándolo todo como un látigo de invisible entereza o el aftermath con sus improvisadas montañas de basura y hojas muertas.

No quería coger. No esa noche, no ninguna otra noche. No quería nada. No queria más mentiras robadas de su propio libreto. No quería más sonrisas que lo esclavizaran a una escena gastada, tan poco original, tan sobre-ensayada.

Nada. Esa era la palabra. Ese era el sentimiento. Esa era la canción:

Juan Son comenzó a cantar como sirena andrógina. Todo se licuaba con el tiempo.

martes, 2 de agosto de 2011

Drizzle/Hurricane

Improvisación #14

te veo. te siento. te escucho.
descifro con más habilidad que suerte el enigma de tus dedos
alargados.
y sufro.
porque conoces mi juego tan bien como yo conozco el tuyo.

conozco tus mentiras/ porque las he dicho ya mil veces.

me aburro facilmente con tu indecisión y al
despertar del día siguiente encuentro renovamos
mis impétus por vencerte) por hacer que te rindas
que capitules y esperes, que
hagas lo que yo nunca
había podrido esperar.

te veo, te siento, te escucho:
no todo es tan simple como podría serlo
ni es tan complicado como busco volverlo.

no caeras en mi juego, nunca habrás de rendirte
y te veo: y no quiero coger contigo, ni hacer el amor como en esas películas
dónde todo se reduce a la magia del montaje,
quiero dormir contigo, solo eso-
dormir en la más inocente acepción de la palabra.

perderme en lo oscuro de un cuarto, contigo a mi lado.
escuchar como tu respiración de debilita, como tus párpados
se caen bajo el peso de dos monedas de cobre
y como sueñas mientras respiras tranquila.

pero de pronto esa certeza. el que no eres mía
el que nunca serás mías, el que no podré
hacerte "mía" se mezcla en mis cienes con esas palabras
"uno solo conserva/lo que no amarra"

y sonrío con cinismo y sorpresa, y me muerdo los labios;
y aclaro, que no es una queja, ni una advertencia,

y veo con terror como este poema se va a la basura,
y me siento aterrado al descubrir que me inspiras y me (in)utilizas
con lo poco dispuesta que estás a perderte en mi abismo.

y el poema se extiende. pierde sentido. y muere ante ti,
agotado de tanta idea que no encuentra salida, bajo el pobre
simulacro de la palabra escrita.

y pienso que si fueramos lluvia, yo sería una llovizna
y tu un huracán destrozando la playa.